Una página web implica mucho trabajo, y es que conseguir un buen posicionamiento no es sencillo. No basta con crear el sitio y esperar que lleguen las visitas, hay que esforzarse para atraer al público, y eso pasa por hacer un buen contenido y diseñar una estrategia de link building efectiva, entre otras cosas. Sin embargo, nada de esto tiene sentido si no monitorizamos los resultados. De hecho, podemos ir un poco más allá y hacer una auditoría SEO para ver más claramente qué aspectos de nuestra web podríamos mejorar para subir puestos en los resultados de buscadores.
¿En qué consiste una auditoría SEO?
Es un examen en profundidad de un sitio online para ver cómo se ha trabajado el SEO y detectar aspectos que sea necesario mejorar tanto dentro como fuera de la página web. Gracias a ella, podemos establecer una estrategia a seguir para obtener los resultados que queremos alcanzar.
La auditoría nos ayuda a detectar posibles errores que estén dificultando el posicionamiento, encontrar soluciones a esos fallos y crear un workflow de trabajo que priorice los procesos y las tareas que hay que abordar.
¿Qué información obtenemos en una auditoría SEO?
Todo depende de lo profunda que queramos que sea la auditoría SEO, pero lo normal es obtener datos relevantes como:
¿Quién debe realizar la auditoría?
Es un proceso complejo que lleva tiempo y que debe ser útil para diseñar la estrategia a seguir de cara al futuro. Son los expertos los que mejor saben qué analizar en una auditoría SEO y cómo se debe actuar en función de los datos obtenidos. Por eso, lo mejor es dejar siempre esta tarea en manos de profesionales del sector.
Cómo hacer una auditoría SEO
Indexación
Lo normal es que dentro de una misma web haya varias páginas. Algunas de ellas nos interesa que estén posicionadas e indexadas, mientras que hay apartados como el de “aviso de privacidad” que deben estar obligatoriamente en la web pero que no nos interesa que se indexen.
Una de las primeras cosas que se hace en una auditoría SEO es examinar qué páginas están indexadas y cuáles no. Así nos aseguramos de que aquel contenido que queremos que se posicione está en disposición de hacerlo.
Contenido y palabras clave
Cuando se trata de cómo hacer una auditoría SEO, no podemos perder de vista las palabras clave. En primer lugar se analizan aquellas que ya han logrado posicionarse y con relación a estas se buscarán nuevas oportunidades para conseguir una mayor presencia en la primera página de resultados de Google.
Para esto habrá que hacer un buen estudio de palabras clave teniendo en cuenta:
Es fundamental realizar un estudio de palabras clave para seleccionar las más adecuadas de cara al posicionamiento en función de su volumen de búsquedas, competencia y situación actual.
En este sentido, se realiza un estudio teniendo en cuenta:
Velocidad de carga
La velocidad de carga influye de forma directa en el posicionamiento de una web. Si una página tarda mucho en cargar, el usuario la abandonará, aumentando así la tasa de rebote y haciendo que la página pierda posiciones en el ranking de resultados de búsqueda.
El tiempo de carga de una web puede estar influenciado por factores como el servidor en el que está alojada, el peso de las imágenes, los plugins utilizados, etc. Lo que se hace en este caso es examinar el tiempo de carga de la web para ver qué se puede mejorar para hacerla más rápida.
Análisis de la competencia
Para mejorar una web no basta con hacer ajustes internos de SEO, también hay que estar muy atentos a lo que hace la competencia para intentar ir por delante de ella. No se trata de hacer lo mismo, sino de mejorarlo.
A fin de que esto sea posible, es habitual que en un análisis SEO también se examinen las principales webs de la competencia. Esta información puede llegar a ser muy útil a la hora de tomar decisiones sobre las palabras clave a utilizar, el contenido a crear, etc.
Penalizaciones
A veces en una web todo está bastante optimizado y sin embargo no se consigue el posicionamiento deseado, esto puede ser causado por la existencia de penalizaciones por parte de Google.
Una penalización es algo así como un castigo que el algoritmo de Google nos impone, impidiendo que nuestra web siga subiendo en el ranking de resultados de búsqueda. Estas penalizaciones pueden venir impuestas por cuestiones como tener contenido duplicado o que haya enlaces hacia nuestra web en páginas de dudosa reputación.
Lo que hace la auditoría es detectar los fallos que están dando lugar a esas sanciones para proponer soluciones.